TECNOLOGÍA

Hitos Tecnológicos que Moldearon el Mundo: 1968-1979
Por Marco A. Macías
La década que abarca desde finales de los años sesenta hasta finales de los setenta fue un período de transformación sin precedentes, no solo en el ámbito social y político, sino también en el tecnológico. Fue un tiempo en que la humanidad soñó con alcanzar las estrellas y, al mismo tiempo, comenzó a construir los cimientos de la era digital que define nuestro presente. Cada año trajo consigo innovaciones que dieron forma al comienzo de la modernidad. Desde el audaz viaje del Apolo 8 hasta el nacimiento del Walkman de Sony, estas tecnologías no solo resolvieron problemas prácticos, sino que también encendieron la imaginación colectiva, inspirando generaciones y redefiniendo lo posible.
En 1968, el mundo miraba al cielo con asombro. El Apolo 8, inicialmente concebido como una misión de pruebas en órbita terrestre baja, se transformó en un hito histórico cuando los ingenieros de la NASA decidieron enviar a tres astronautas —Frank Borman, James Lovell y William Anders— a orbitar la Luna. Este no fue solo un triunfo técnico; fue un momento que capturó la esencia del espíritu humano, demostrando que los límites de la Tierra podían superarse. La misión no solo impulsó avances tecnológicos, como los que dieron origen al GPS y a los satélites meteorológicos, sino que también inspiró a innumerables jóvenes a perseguir carreras en ciencia, tecnología, ingeniería y matemáticas. La imagen de la Tierra vista desde la Luna, capturada durante esa misión, se convirtió en un símbolo de unidad y posibilidad, recordándonos nuestra fragilidad y nuestro potencial.
Al año siguiente, en 1969, mientras el mundo celebraba el alunizaje del Apolo 11, otra innovación más silenciosa, pero igualmente transformadora comenzaba a proteger vidas en los hogares. Los detectores de humo para uso doméstico, aprobados por la Comisión de Energía Atómica, se convirtieron en guardianes invisibles. Equipados con una pequeña cantidad de material radiactivo —cuestión que se creía no nociva para la salud—, estos dispositivos redujeron a la mitad el riesgo de morir en un incendio doméstico, según la Administración Nacional de Protección contra Incendios. Aunque el alunizaje capturó los titulares, los detectores de humo demostraron que la tecnología no siempre necesita ser espectacular para ser profundamente significativa.
En 1970, la Canon Pocketronic y otras calculadoras de bolsillo comenzaron a democratizar el acceso al cálculo. Estas máquinas, alimentadas por chips de bajo consumo y baterías recargables, llevaron la potencia de los números a las manos de estudiantes, ingenieros y científicos. Fue un paso hacia la portabilidad que definiría las décadas posteriores, preparando el escenario para los dispositivos móviles que hoy damos por sentado. Un año después, en 1971, Intel lanzó el microprocesador 4004, un chip que, aunque funcionaba a una fracción de megahercio, marcó el comienzo de la informática moderna. Diseñado originalmente para una calculadora japonesa, el 4004 resultó ser un microprocesador programable de propósito general, sentando las bases para la revolución de las computadoras personales.

El entretenimiento también encontró su lugar en esta era de innovación. En 1972, Pong, un simple juego de arcade, irrumpió en la escena, transformando los videojuegos de un experimento de laboratorio en una industria multimillonaria. Con gráficos rudimentarios, pero adictivos, Pong demostró que la tecnología podía ser divertida y accesible, allanando el camino para los mundos inmersivos de los videojuegos modernos. En 1973, otro hito definió el futuro: Martin Cooper realizó la primera llamada desde un teléfono móvil portátil. Este avance, junto con la creación de TCP, Ethernet y la fibra óptica, plantó las semillas de la conectividad global. Aunque la Xerox Alto introdujo la interfaz gráfica, fue el teléfono móvil el que, con el tiempo, se convirtió en el dispositivo dominante de la era digital, transformando cómo nos comunicamos y vivimos
En 1974, un paquete de chicles Wrigley’s Juicy Fruit hizo historia al ser el primer producto escaneado con un código de barras en un supermercado de Ohio. Esta innovación, posible gracias a los avances en tecnología láser, revolucionó las cadenas de suministro y el comercio minorista, haciendo que las transacciones fueran más rápidas y precisas. Al año siguiente, el Altair 8800, un kit de microcomputadora, no solo capturó la imaginación de los aficionados, sino que también inspiró a Bill Gates y Paul Allen a crear Microsoft, marcando el comienzo de la era de las computadoras personales.
La fundación de Apple en 1976 por Steve Jobs, Steve Wozniak y Ronald Wayne fue un momento pivotal. Aunque el Apple I tuvo un impacto modesto, la visión de sus fundadores sentó las bases para una empresa que redefiniría la tecnología y la cultura. En 1977, la Apple II consolidó este legado al introducir la informática personal en los hogares y escuelas, junto con innovaciones como VisiCalc, la primera hoja de cálculo comercial. Mientras tanto, en 1978, la Gran Tormenta de Nieve inspiró a Ward Christensen y Randy Suess a crear el primer Bulletin Board System (BBS), un precursor de las redes sociales que permitió a las personas conectarse y compartir ideas a través de líneas telefónicas.
Finalmente, en 1979, el famoso Sony Walkman transformó la experiencia musical al hacerla personal y portátil. Por primera vez, las personas podían llevar su música favorita a cualquier lugar, escuchándola en privado a través de auriculares. Este dispositivo no solo impulsó la industria musical, sino que también cambió las dinámicas sociales, permitiendo a las personas crear sus propios espacios sonoros en un mundo ruidoso (Gewirtz, 2019).
Mirar hacia atrás en esta década revela un patrón de innovación que no solo resolvió problemas prácticos, sino que expandió los horizontes de lo posible en el mundo de la tecnología. Desde el Apolo 8 hasta el Walkman, estas tecnologías no solo cambiaron el mundo; nos cambiaron a nosotros, moldeando cómo soñamos, trabajamos y nos conectamos. Como señala Gewirtz (2019), estas innovaciones fueron más que inventos: fueron catalizadores de un futuro que apenas comenzábamos a imaginar.

Mirar hacia atrás en esta década revela un patrón de innovación que no solo resolvió problemas prácticos, sino que expandió los horizontes de lo posible en el mundo de la tecnología. Desde el Apolo 8 hasta el Walkman, estas tecnologías no solo cambiaron el mundo; nos cambiaron a nosotros, moldeando cómo soñamos, trabajamos y nos conectamos. Estas innovaciones fueron más que inventos: fueron catalizadores de un futuro que apenas comenzábamos a imaginar.
Descubre más sobre la tecnología en los años 60…

La Década que Moldeó el Futuro: Tecnología de los 80
Por Marco A. Macías
Los años 80 fueron un torbellino de sueños grandes. Mientras la música de Madonna resonaba en los walkman y los videojuegos cobraban vida en las pantallas, algo más profundo estaba sucediendo: la tecnología comenzaba a dejar atisbos de cosas que hoy damos por sentado. No era solo una época de peinados extravagantes y hombreras; fue el momento en que el mundo empezó a imaginar lo que podría ser posible. Desde computadoras que entraron a los hogares hasta los primeros pasos hacia la World Wide Web, los 80 plantaron las semillas de nuestra era digital, con un encanto torpe, pero lleno de promesas.
Imagina un mundo donde las computadoras no eran algo común. En 1981, la IBM PC irrumpió en escena, no como un lujo, sino como una revolución silenciosa. Con su monitor monocromático y el zumbido de MS-DOS, esta máquina no solo llevó la informática a las oficinas, sino que abrió la puerta a los hogares. Era pesada, cara y un poco intimidante, pero de repente, la idea de tener una computadora personal no parecía tan lejana. Junto con ella, el Commodore 64, lanzado en 1982, llegó con un precio más accesible y un chip de sonido que hacía soñar a los adolescentes con crear música electrónica. Sentó las bases de las computadoras portátiles que ahora reinan el mercado.
Pero los 80 no solo se trataron de computadoras. En 1981, el Sony Walkman cambió la forma en que vivíamos la música Aunque salió la primera versión en los 70, ahora, de repente, podías llevar tus canciones favoritas en un casete, escucharlas mientras caminabas al colegio o esperabas el autobús. Era como tener una banda sonora personal para tu vida, algo que hoy hacemos con Spotify, pero era impensable en ese momento. En 1983, Motorola presentó el DynaTAC 8000X, un “ladrillo” que pesaba medio kilo, pero que prometía algo increíble: hablar por teléfono desde cualquier lugar. Otra de las bases del mundo moderno.
Mientras tanto, en un laboratorio del CERN, Tim Berners-Lee estaba trabajando en ENQUIRE, un proyecto que parecía más un experimento curioso que el embrión de la World Wide Web. En 1980, este prototipo de hipertexto era complicado y requería mantenimiento centralizado, pero sus ideas sobre conectar información sentaron las bases para la red que hoy nos une. Nadie en ese momento podía imaginar que esas líneas de código cambiarían cómo aprendemos, trabajamos y nos conectamos; que incluso cambiaría para siempre la dinámica de la información mundial.

Mientras tanto, en un laboratorio del CERN, Tim Berners-Lee estaba trabajando en ENQUIRE, un proyecto que parecía más un experimento curioso que el embrión de la World Wide Web. En 1980, este prototipo de hipertexto era complicado y requería mantenimiento centralizado, pero sus ideas sobre conectar información sentaron las bases para la red que hoy nos une. Nadie en ese momento podía imaginar que esas líneas de código cambiarían cómo aprendemos, trabajamos y nos conectamos; que incluso cambiaría para siempre la dinámica de la información mundial.
Y luego estaba el entretenimiento. En 1985, la Nintendo Entertainment System (NES) llegó para salvar la industria de los videojuegos, trayendo a Mario y a Zelda a los hogares de millones. Pero Nintendo no se quedó ahí; en 1989, lanzó el Power Glove, un guante que prometía los primeros pasos en la realidad virtual. Era torpe, impreciso y, francamente, un fracaso comercial, pero su ambición nos hizo soñar con mundos digitales inmersivos, algo que hoy vemos en los visores VR.
Los 80 también trajeron herramientas que transformaron el trabajo. El Macintosh de Apple, lanzado en 1984, introdujo el ratón y una interfaz gráfica que hacían que la computadora se sintiera amigable, casi humana. De repente, no eras un programador; eras un usuario. Y programas como Lotus 1-2-3, que llegaron en 1983, convirtieron a las PC en herramientas indispensables para las empresas, dejando atrás a los lentos VisiCalc y a las máquinas de escribir. Hoy suena imposible vivir sin una computadora que escriba tan rápido, antes era una maravilla.

Mirando atrás, los 80 no solo fueron una década de inventos; fueron una época de imaginación desbocada. Cada disquete, cada módem que chillaba al conectarse a internet, cada casete rebobinado con un lápiz, era un paso hacia el mundo conectado de hoy. No todo funcionó a la perfección —el Power Glove y ENQUIRE son prueba de ello—, pero esos tropiezos nos enseñaron a soñar más grande.
Resulta curioso que los 80, con su torpeza y su audacia, nos trajeron hasta aquí y son una muestra de que aquello que hacemos en el pasado, puede causar un impacto pivotal en el futuro.

El Amanecer Digital: La Tecnología de los 90
Por Marco A. Macías
La llegada de los años 90 dio inicio a una era interconectada que algunos teóricos de la comunicación después describirían como sociedad red. Mientras el grunge sonaba en los Discman y los Tamagotchis reclamaban atención con sus pitidos, algo más grande estaba tomando forma. La tecnología de esa década no solo nos dio juguetes y gadgets; nos lanzó de cabeza hacia un futuro conectado, donde las ideas de libertad, comunicación y creatividad comenzaron a florecer. Fue una época de experimentos audaces, de tropiezos encantadores y de sueños que, aunque pixelados, apuntaban a las estrellas.
Mientras el internet comenzaba a tejer su red, los teléfonos móviles dejaron de ser ladrillos para convertirse en compañeros de bolsillo. En 1992, Neil Papworth envió el primer mensaje de texto: un simple “Merry Christmas” que marcó el inicio de una revolución en la comunicación. Para 1999, el Nokia 3210 se convirtió en el ícono de los adolescentes, con su diseño compacto y la posibilidad de enviar mensajes bajo el pupitre. ¿Quién iba a imaginar que preferiríamos escribir en lugar de hablar? Ese pequeño dispositivo nos enseñó que la conexión podía ser instantánea, personal y, a día de hoy, incluso adictiva.
En los hogares, las computadoras personales se volvieron más que máquinas de trabajo. Con el lanzamiento de Windows 95, Microsoft transformó la experiencia de usar una PC, haciendo que el escritorio fuera intuitivo y familiar, incluso para los no iniciados. La llegada de Internet Explorer en el mismo paquete desató las “guerras de navegadores” contra Netscape, que había evolucionado desde el innovador Mosaic de 1993. De repente, la web no era solo texto; era imágenes, colores, posibilidades. Y con Hotmail, comprado por Microsoft en 1998, el correo electrónico se convirtió en algo que todos podían usar, conectando a millones en un mundo que empezaba a sentirse más pequeño Hoy incluso podríamos decir que el correo ha quedado algo atrás para dar paso a servicios de chats directos como Telegram.

Pero los 90 también fueron una fiesta de creatividad y diversión. El Sony PlayStation, lanzado en 1994, llevó los videojuegos a un nuevo nivel con gráficos que, aunque ahora parecen rudimentarios, nos dejaron boquiabiertos. Juegos como Final Fantasy VII crearon mundos que sentíamos reales, aunque los personajes parecieran globos pixelados. En el lado portátil, la Game Boy de Nintendo y la Game Gear de Sega nos permitieron llevar a Mario y Sonic a cualquier parte, convirtiendo los viajes en coche en aventuras épicas. Y luego estaba el Tamagotchi, esa mascota virtual que nos enseñó responsabilidad… o la culpa de dejarla morir por olvido.
El espíritu emprendedor también definió la década. En 1995, Jeff Bezos fundó Amazon como una librería en línea, con la ambición de “hacerse grande rápido”. En un mes, enviaba libros a 45 países, marcando el inicio de un gigante que redefiniría el comercio. Al mismo tiempo, startups como Interactive Investor, fundada por Sherry Coutu, permitieron a cualquiera con una PC negociar acciones en línea, democratizando las finanzas. Pero no todo fue un éxito: la burbuja de las puntocoms, que creció con estas ambiciones, estalló en 2000, recordándonos que el camino al futuro no siempre es estable.
Y luego estaba el miedo al “Y2K”, el año 2000, el terror de la población. La idea de que un error en el código podía colapsar el mundo parecía sacada de una película de ciencia ficción, pero era rea. Afortunadamente, el trabajo de personas como Roger Marshall e Ian Watmore aseguró que el milenio llegara sin caos, aunque no sin un aumento masivo en el gasto en TI.

Los 90 fueron una danza entre lo ridículo y lo revolucionario. Desde el Discman que hacía saltar los CDs al correr hasta el iMac de colores translúcidos que gritaba modernidad, cada invento era un paso hacia el mundo conectado de hoy. Los 90 no solo nos dieron tecnología; nos dieron la audacia de imaginar un futuro donde todos estaríamos conectados, creando y explorando sin límites.